Los Tequeños de la Abuela Wia: Una Receta con Historia y Sabor
Descubre la auténtica receta de tequeños de la abuela Wia, una tradición familiar llena de dulzura y anécdotas. ¡Prepara 150 tequeños que saben a historia!
Sumérgete en la dulzura y la tradición con los tequeños de la abuela Thais, una receta que trae consigo historias y el sabor de la familia.
Introducción
¿Alguna vez has probado un tequeño que no solo te transporta a un lugar de confort sino también a través del tiempo hasta la cocina de una abuela cariñosa? Hoy te traigo algo especial: la receta de los tequeños de mi abuela Thais, cuya masa dulce y tiernas historias asociadas transforman esta delicia en algo más que un simple snack. No estamos hablando de una receta cualquiera; estamos hablando de tequeños con alma, donde cada bocado nos cuenta un pedacito de vida.
La Historia Detrás de la Receta
Cada familia tiene esas recetas que son más que instrucciones en un papel; son parte de la historia familiar. Para mi abuela Thais, hacer tequeños era una forma de expresar su amor y mantener a la familia unida. La receta que voy a compartir contigo no es simplemente una lista de ingredientes, sino un pedazo de nuestra historia familiar que espero pueda pasar a ser parte de la tuya.
Los tequeños de mi abuela Thais son especiales. Porque la masa es bien dulce, como le gustaba a ella. Mi abuela desayunaba todos los días lo mismo. Una taza grande de café negro con dos paquetes de galletas club social. Pero esto era un ritual que iba así:
1. Poner greca a hacer el café: llenaba la base con agua fría potable, cargaba el filtro con café Fama de América, ponía la greca a fuego alto y colaba el café. Una vez que el líquido negro ya estaba colado, ella lo dejaba un par de minutos más prendido porque "Asi queda mas sabroso mijo"
2. Se servía el café en su taza azul claro como las que dan en IHOP. Y posteriormente le agregaba 3 cucharadas copetonas de azúcar blanca.
3. Partía las galletas y se las agregaba al café, haciendo una suerte de atole.
Aquí llevo a mi abuela en el brazo y desayuno con ella todos los días :)
Eso le fascinaba. Pero bueno, esta receta de tequeños no es tú receta promedio, es mucho mejor, porque tiene identidad, tiene historia. Thais hacía los tequeños con cierta regularidad, porque "Esos les encantan a tu hermano (Mi hermano Daniel)" Daniel era el fan numero uno de la linea de pasteleria, reposteria, bolleria y masas de nuestra abuela, bueno junto con mi mama Maria Consuelo. Fanaticos del azucar y la harina. Les comparto una de las recetas mas autenticas de mi vieja. Como gozaba verla en la cocina con su bata puesta, cocinando y disfrutando.
Ingredientes
2 tazas de harina todo uso
200 gramos de margarina Mavesa
2 huevos
1 cucharada rasa de polvo Royal
1/2 taza de leche
1/2 taza de azúcar (opcional, para la masa dulce)
1 kilogramo de queso paisa, cortado en tiras
Preparación
Mezcla de Ingredientes
En un tazón grande, combina la harina, la margarina, los huevos, el polvo Royal, la leche y el azúcar. Mezcla con un tenedor hasta que todo esté bien integrado. Cubre el tazón con un paño y deja reposar la masa por al menos 2 horas, permitiendo que los ingredientes se fusionen y la masa tome consistencia.
Amasado
Una vez reposada, vuelca la masa sobre una superficie enharinada. Amasa suavemente, añadiendo más harina poco a poco, hasta que la masa sea suave y no se pegue a tus manos.
Formado de Tequeños
Usa un rodillo para estirar la masa hasta que tenga un grosor de unos pocos milímetros. Corta la masa en tiras y envuelve cada tira alrededor de un pedazo de queso paisa, asegurándote de sellar los bordes para que el queso no se escape al freír.
Fritura
Calienta aceite en una sartén a fuego medio-alto. Fríe los tequeños hasta que estén dorados y crujientes. Escúrrelos en papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Conservación
Estos tequeños se pueden congelar antes de freír. Envuélvelos individualmente en papel aluminio y guárdalos en el congelador. Así, siempre tendrás a mano un delicioso snack para sorprender a tus invitados o para disfrutar en un momento de antojo.